Llevo diagnosticada desde 2005. Primero como un problema de deterioro cognitivo leve, aunque cuando fui al médico ya no sabía ni cocinar, tarea que llevaba haciendo toda la vida. Más tarde me diagnosticaron de Alzheimer. Ahora estoy entre el estadio 4 y el 5 en la escala GDS.
Tres de mis cuatro hijos se encargan de mí. A dos hijas las tengo lejos, pero mientras una se esfuerza por venir y verme a la otra apenas la veo una semana al año.
Con los otros dos convivo. Se turnan para poder tener tiempo libre. Aún así cuando están conmigo se ocupan de todo lo relativo a mi persona. Qué como y cuándo, cómo me aseo, qué me pongo hoy, si paseo o si voy al cine, aunque ya me cuesta seguir las historias de principio a fin.
He dormido en casa de mi hijo. Habitualmente lo hago en casa de mi hija, pero ayer ella le pidió que solucionara el problema de la acompañante de la mañana, así que me he venido aquí.
He dormido bien, aunque me he levantado con un fuerte dolor de cabeza. He tomado un gelocatil y se me ha pasado.
Me ha duchado y al intentar ponerme el vestido nos hemos atascado en una manga. Él cree que yo he engordado. Los dos nos hemos puesto a sudar hasta colocarla bien.
Luego hemos desayunado:
Una pieza de fruta, paraguayo, un zumo de naranja, 10 galletas y un tazón de café con leche. He mojado las galletas en el zumo hasta que mi hijo me ha sugerido que las moje en el café, porque en el líquido caliente están más ricas.
He tenido una sorpresa. Siempre me quedo con una amiga de mi hija hasta que llega el transporte que me lleva al centro de día. Sin embargo hoy ha ido al médico y mi hijo ha contratado a una sustituta, porque nadie se podía quedar conmigo hasta tan tarde (todos entran a pronto a trabajar y el transporte no llega hasta las 9.20). Sabe que las novedades me ponen un poco nerviosa, por eso ha esperado al último momento para dejarme con ella y se ha ido a trabajar. Al principio estaba un poco tensa, pero el marido de mi hijo aún estaba en casa y me ayudó a sobreponerme. Luego él también se fue. Probablemente esta tarde no recuerde que ha venido alguien nuevo a llevarme a la ambulancia.
Mi hijo está en terapia. Lleva tiempo viendo a un psicólogo los miércoles por la tarde. Hoy es miércoles y aún no lo se, pero a las 18.30, la misma chica u otra distinta, pasará conmigo un par de horas mientras él está en la consulta o se desplaza a ella a 25 Km. de casa.
A las 21 volveré con mi hija, ya que, aunque ésta es la semana del chico, habitualmente duermo y me aseo con ella, salvo los fines de semana en que estoy con él.
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